Praga segundo día

Buenos días tardes o noches, pues no, no estámos mas descansaditas, es más, ayer no teníamos ni fuerzas para escribir.

Sobre las 8 sonó el despertador, pero con toda la tranquilidad del mundo nos fuimos despegando de las sabanas para bajar a desayunar al bufet de nuestro hotel. 

Mochila a la espalda, armas cargadas para hacer fotos, y a dar un paseo hasta el monumento a Jan Hus desde donde salía nuestro Sademans. Sin duda totalmente recomendable, aunque un palizón. A lo tonto hemos visto todo toda la ciudad vieja, hasta la torre de la Pólvora y de vuelta al Barrio Judio. Tampoco os puedo explicar mucho más porque tenéis que verlo por vosotros mismos, no spoilers.

Como hemos terminado sobre las 1:30 hemos buscando algunos regalitos y a buscar un sitio donde comer. U Parlamentu ha sido el lugar elegido. Muy agradable, dentro del barrio de la ciudad vieja, hemos comido bastante bien.(otra vez las rodajas gordas  esas raras de pan)

Antes de volver al Hotel a descansar, porque ya no podíamos con nuestros cuerpecitos, hemos visto el reloj astronómico sonar a su hora en punto y con este sonido el movimiento de sus integrantes. Siguiendo la tradición el monumento estaba en reformas, ya nos pasó lo mismo en Italia.

No os recomendamos esa parada, luego hemos tenido que subir como 6186 escalones para llegar al castillo, para darnos cuesta allí que había una parada más cerca, aunque por el camino nos hemos divertido mucho. He descubierto que mi señora madre necesita un gimnasio o un poquito más de entrenamiento subiendo escaleras : los tomates son poco rojos al lado de su carita cuando hemos llegado arriba.

Hemos puesto en práctica el tradicional arte de la siesta y a las 5:00 otra vez en marcha a al descubrimiento del castillo. Como estaba muy lejos hemos buscado coger un tranvía y comprar los tikets. Siguiendo las indicaciones de nuestros compañeros los checos nos hemos cogido el tranvía número 22 y bajado en la parada Malonstranske, pero como nadie pasaba su tiket nosotras tampoco.

La entrada al Castillo de Praga es gratis, aunque al interior si cuesta dinero. La catedral de San Vito es preciosa, al menos por fuera. Estábamos empeñadas en dar un paseo por los jardines, en nuestro librito de viaje ponía cosas muy interesantes sobre ellos, pero tras darle 3 vueltas a todo el complejo nos hemos dado cuenta que estaban cerrados. Al menos hemos adquirido unos nuevos viñedos.

Tened en cuenta todo el viaje que a vosotros os va a costar X, pero a los  koreanos les cuesta mucho más, por eso mismo tienen derecho ha hacerse muchas más fotos que vosotros y fastidiarlos las vuestras, al menos fue divertido. Aunque recordad que los españoles somos únicos.

Como teníamos tiempo el paseo de vuelta lo hemos hecho por libre, encontrándonos por suerte la Iglesia donde está El Niño Jesús de Praga y el Parque Kampa. En mitad Del Río Moldava hay un meandro, hemos accedido a él por el puente y hemos descansado en el césped disfrutando de las vistas hacia el puente de San Carlos como todo buen español haría: comiendo pipas.

Para ir a cenar hemos seguido la recomendación de un Peyton y hacia el restaurante U Fleku nos hemos dirigido. Se ve que esta gente cena mucho antes de las 9:30 porque cuando hemos llegado ya no quedaba casi nada, pero claro del plato típico de carne con las rebanadas esas tan raras de pan tenían existencias, eso es eterno. 

Con el típico modelito de "aquí no me conoce nadie" salimos a dar una vuelta por la noche, todos sabemos que incluye esa vestimenta. Por todos lados venden un dulce que imagino que será típico de aquí y yo ya me había empeñado en probarlo( se adjunta foto). Tu lo ves y es un hojaldre relleno de dos bolas de helado, pero ciertamente es masa de rosco frito con helado, vamos que no me lo he terminado y luego que necesitado una botella de agua, pero es lo típico que tienes que probar.

Ducha y a la cama tras andar 28.985 pasos o 21 km que es lo mismo, mañana empieza ya la verdadera aventura del interrail.

¡sabréis más de nosotras!